miércoles, 18 de octubre de 2006

afrodisiacos

I

Hace calor, estamos solos en el piso superior de la pizzería. Sábado en la tarde. Sólo nuestras risas alteran la atmósfera. Mitad y mitad. Carnes frías y Champiñones. Tengo tantas ganas de hacer el amor ahí mismo. Hace calor.

II
La última rebanada de champiñones va a dar a tu plato y te quejas porque NO comes champiñones, ni nada que no haya respirado. Eres un predador. Un carnívoro. ¿Quieres mi carne?
III
La seducción hace lo suyo, con los codos sobre la mesa, como niña malcriada, me inclino hacia tus manos para que sientas como mis senos se aproximan. Me acaricias. Sonrío y te digo: Pues dame los champiñones.
IV
Sonríes maliciosamente y con los dedos tomas los champiñones y me los das en la boca, uno por uno. Cierro los ojos y me concentro en limpiar con mi lengua tus dedos, tiemblas, pareciera que en cualquier momento saltaras sobre mí, y yo me siento tremendamente excitada, hace tanto calor...
V
Sin embargo tu deleite es mirarme saborear tus dedos. Creeme, yo lo estoy disfrutando tanto como tú. En tu pantalón se libra una batalla intensa, que seguramente termina cuando después de que me he comido todos los champiñones, le das un mordisco a tu rebanada, y sientes aún su delicioso y delicado sabor.
VI
Todavía sabe a eso. Me dices.
No entiendo por qué no te gustán los vegetales, estoy segura que podré encontrar alguna forma para que al menos los veas con otros ojos ¿no te imaginas cómo?
VII
Pero seguimos en la pizzería y estamos totalmente excitados, me miras y me dices que nunca habías conocido a alguién que sea tan "sexoso" como tú. Estoy a punto de proponerte un encerrón en el baño cuando las risas de algunos niños se oyen subir por la escalera. Hace mucho calor.

No hay comentarios.: