domingo, 15 de julio de 2007

Hablemos tú y yo.

Yo había intentado no leerte, porque como siempre... ya sabes.
Pero te leí.
¿Pensaste en mí luego de esa pesadilla? Quisiera creerlo. Pero no sé, no sé... Cuando estoy apunto de creerlo, prefiero detenerme, eso es darme a mí misma falsas esperanzas, y con esas bobas no quiero nada.

Estoy bien a secas. ¿Me veo muy bien verdad? Eso sólo confirma que soy muy buena actriz. Y te consta. (recordemos la contricción)

Estoy intentando seguir ¿sabes por qué? Porque ya aprendí que eso es lo único que me queda y también porque sé que eso es lo que esperas de mí.

Que yo haya decidido no tirarme al hoyo a sufrir, no significa que no me duela.
Me duele como no tienes una idea.
Te extraño como no tienes una puta idea.

Pero hicimos lo que tú quisiste.
Y dudo mucho que te sientas arrepentido. Ahora tienes lo que querías. Ahora puedes hacer lo que quieras.

Sí, estoy tratando de hacer mi vida, de conocer a otras personas. En primera porque, por estúpido que parezca, eso me hace recuperar mi autoestima que quedó hecha añicos. No se me notaba verdad? Pues así fue.

Sé que estás enojado conmigo por eso y lo entiendo. Es un golpe terrible a tu ego. Pero no lo hago por molestarte. Lo hago por mí. También porque si yo me pusiera a sufrir, tú mismo te odiarías por ello. Y eso tampoco lo quiero.

Sabes, he hablado con muchos hombres que me han hecho ver que fui una estúpida. Que así como fuiste tú, fui yo también. Y eso, no sabes cuánto duele. Quisiera volver el tiempo atrás, pero eso por imposible, se me hace una más grande estupidez.

Las canciones, los libros, los lugares, las cosas que antes nos unían no me han hecho llorar, me han recordado el por qué de nuestro amor. Me han dolido las nuevas cosas que voy conociendo sin ti.

No te lloro porque no estás muerto.
No te odio porque ese sentimiento no puede vivir junto al que sí te tengo.

Pero no te entiendo. (entiendo pequeñas cosas, pero no la totalidad)

Estoy viviendo en una realidad paralela. No me siento yo, ya no sé quién soy, no me encuentro. Me perdí y para siempre. Tendré que construirme de nuevo.

"Estoy empezando a vivir las mutaciones... pero está difícil que sobreviva sin una mínima dosis de amor"

martes, 26 de junio de 2007

Renovarse o morir

Escasos pero muy queridos lectores:
Este blog a mutado.
De ser escrito a cuatro manos, pasa a sólo dos.

Por mi mente pasó la idea de desaparecerlo, pero creo que al pasado no puedes desaparecerlo, sólo superarlo.

No sé de qué vaya a escribir ahora, tal vez mientras llega la estabilidad, les ponga algunos textos interesantes.

Gracias por su atención.

jueves, 14 de junio de 2007

Te reto:

Mi rostro ladeado y mis tetas sintiendo el frío de la pared, mis manos atadas una con otra por encima de mi cabeza, mis piernas muy abiertas pero sosteniéndome. Yo contra la pared. Desnuda. A tu merced.

¿Qué te gustaría hacerme? Recorrer con tu lengua mi cuello hasta anidar en mi oreja, susurrarme palabras sucias al oído, arañarme la espalda mientras me arqueo como gata o morderme mientras me estremezco toda… ¿te gustan mis gemidos?

Yo quiero que me aprisiones entre tu cuerpo y la pared, que me dejes sentir tu peso, que tus manos me recorran… quiero que me tomes violentamente por atrás mientras te pido más y más… que cada movimiento de tu cadera para meterte más en mí, me levante, me haga pararme en las puntas de mis pies, quiero sentirte dentro, muy adentro, que me tomes fuertemente del cabello y muevas mi cabeza para besarme, para meter tu lengua en mi boca, en un beso sucio y salvaje, sentir tu cuerpo ardiente en mi espalda y la pared fría en el vientre. Sabes que voy a gritar cuando llegue al clímax y sé que tus arremetidas serán más violentas cuando se aproxime el tuyo.

Te dejo esta opción a elegir: ¿quieres terminar en mi coño o en mi boca?

Esa es mi fantasía Liogat, te reto a que la hagas realidad lo más fielmente posible, claro que si la mejoras, no me quejaré.

domingo, 10 de junio de 2007

Mientras miraba la libreta enflaquecida, Ángela Caín especuló que cuando se acabasen las hojas se acabaría también el hechizo que aquel hombre ejercía sobre ella. Mi escritura lo va a exorcizar para siempre, se dijo. Mis palabras ahuyentarán al fantasma de sus uñas y sus dientes. La tinta de mi bolígrafo trazará sobre estas páginas la partitura de su desaparición. Solamente en el momento en que acabe de inscribir la última hoja y la tire a la basura seré libre para poder inventarme de nuevo, cumplir el ciclo de mi metamorfosis, escribió y continuó escribiendo:

Tal vez no soy la primera que se sienta a escribir estas líneas. Pero yo lo hago en el borde de una cicatriz que se niega a cerrar. Al borde de un precipicio en cuyo fondo yace el origen de todas mis preguntas, la pregunta fundamental de mi linaje, que es oscuro pero brilla como una gota de sangre que escurriese indecisa de la comisura de una boca. Mi linaje ha escrito su historia fragmentada con sangre menstrual, con sangre de hijos que no alcanzaron a nacer, con sangre de mujeres suicidas, de abuelas antiguas que acabaron con sus propias vidas en la rutina de la infelicidad. ¿Me van a negar mi derecho de decir eso? No lo creo. Es un derecho que no le pido a nadie, que no negocio, como no negocio con nadie mis ansiedades, mis deseos mi poca culpa.

Escribo porque para mi la escritura es como el sexo. Es un asunto del cuerpo y de la sangre. No creo en la literatura y por eso no escribo para nadie. Escribo para mi, de la misma manera que cojo exclusivamente para satisfacer mis deseos y de nadie mas. Escribo una historia de sangre convertida en tinta. Nada más. Si estas páginas llegasen a ser rescatadas de su destino de basura, entonces quiero esto: que sean leídas como uno se bebe un vaso de sangre.

La sangre, la carne y el deseo han llegado hasta mi como una herencia directa – a veces indeseada - de la historia. En cada cópula, la historia de los miedos y ansiedades de mi tribu. En cada beso, la suma involuntaria de los besos de mis antepasados. En cada posesión, el registro ineludible de la culpa y la vergüenza de mi cultura.

No te besaron mis labios, te beso el aprendizaje de mi deseo de verme libre de mi piel; libre de mi pasaporte y de esas casillas que dicen mujer blanca, soltera, veintitantos años, cabello castaño oscuro, ojos violeta, ninguna seña particular.

En la caricia de otras manos sobre mi cuerpo el recuento de caricias imposibles, prohibidas, proscritas. ¿Desde cuando no soy libre? ¿Desde cuando tengo que justificar o redimir cada acto que surge de la voluntad de mi piel politizada?

Sangre doble. Sangre con obligaciones y deberes impuestos. Sangre con color de piel, información genética precisa e ineludible. Y la otra sangre. La verdadera, la que me pertenece porque he insistido en su diseño. Con ella he decidido sumarme a este linaje de escribas que no tuvieron tinta para anotar cada uno de sus pensamientos prohibidos.

Mis abuelas escribieron con sangre porque el uso de la tinta les fue negado.

Duplicidad de la sangre que me recorre las venas. Una, la sangre de mi madre y de su madre y de su madre fluyendo lentamente hacia un pasado menstrual que es un origen, sumada a la sangre de mi padre, mitad semen, mitad impulso irracional. Sangre vertical, retroactiva, en busca de su raíz en el árbol genealógico sin lógica, apenas en el instinto.

La otra, la que he elegido para que me habite. Tinta de mi texto interior, de mi textura ósea y muscular, de mi textil tejido en carne, hueso, sinovia y cartílago por músculos y arterias. Tinta de mi cartografía interna, de mi orografía sensual, de mi sexualidad profunda, llena de signos y símbolos que yo he inventado para reescribir mi historia y configurar un código que tenga sentido. Idioma de sombras sobre el papel estéril de los días y el libro de la noche que me pertenece como solamente este cuerpo me pertenece.

Mi cuerpo es mío porque mi lenguaje lo reclama.


Terciopelo Violento, Juvenal Acosta.

lunes, 21 de mayo de 2007

El amor es una pelusa


imagen de wikipedia

Y finalmente ¿qué es el amor?

Una pregunta tan antigua como el ser que la concibe. Ya en los diálogos de Platón se habla de lo que puede llegar a ser y significar.

Pero da la casualidad de que cada uno de nosotros tiene una respuesta para ello, a veces con palabras, a veces con imágenes, a veces con música, a veces con una sonrisa cómplice, a veces con un silencio y un flash back.

Creo que no hace falta saber a que “tipo” de amor me estoy refiriendo ¿verdad?

Sí ya sé que me van a decir que la mayoría no tiene ni puta idea de lo que es el amor, que nunca lo han sentido, o no han estado seguros de su existencia, o que ha sido tan fugaz que se fue sin decir hola.

También me pueden decir que si estoy tan segura es porque o ya me volví terriblemente cursi o hice una ficha textual con el concepto de Erich Fromm o ya me casé con una idea y pienso que voy a estar en lo correcto.

Pero no, nada de eso.

El amor enfrenta, como muchos conceptos en la posmodernidad, una situación de cuestionamiento y volatilidad que no necesariamente vienen a tumbar lo siempre existente.

Aceptémoslo, somos seres tan frágiles que si no tenemos una idea definida de algo, caemos en ataques de pánico.

A lo que hay que perderle el miedo es al cambio, a que los conceptos cambien. Tal vez esto me lo digo más a mí misma que a cualquiera de ustedes. Entender verdaderamente eso simplificaría mis trabajos académicos pendientes como no tienen idea.

Por ahí hay que empezar.

El amor es eso, lo que estás pensado y no puedes transformar en palabras…

El amor es eso, lo que estás sintiendo y no puedes transformar en palabras…

El amor es eso, lo que se está moviendo y no lo puedes detener, cambiar, desechar, olvidar…

El amor CAMBIA, cambia en sí mismo, cambia a los que lo generan.

Una amiga profesora de Literatura me comentaba que en un ensayo de un estudiante sobre la novela “El perfume” de Patrick Süskind, el chico decía que el personaje principal no podía saber lo que era el amor, porque el amor no olía… y eso en “esencia” es totalmente cierto, impresionantemente certero y curiosamente reflexionado por un chico de quince años.

Pero entonces ¿qué es el amor?

Sé que más de uno tiene en su boca un “no sé”. Y desde este texto lo único que puedo hacer es presentirlo. Pero si en lugar de eso, tienen una palabra, una sensación, un momento… significa que ya no le tienen miedo a la pregunta milenaria.

Si le tienen miedo al amor, no va a pasar nada. El amor siempre va a estar ahí. Esperando a que se atrevan a mirarlo.

Y sabes qué Liogat, cuando pienso en Platón y en el amor, no puedo evitar sonreír si buscando en mi ombligo encuentro una pelusa.

lunes, 30 de abril de 2007

Placer al cubo


Siempre que estoy montada sobre ti, cabalgando, mis manos están sobre tu pecho, te entierro las uñas… soy una salvaje desconsiderada y eso nos encanta...

Mi orgasmo estaba ahí, a un suspiro, no podía detenerme, el placer con sus manos invisibles hacía subir y bajar mis caderas… acercándome al clímax, eché la cabeza hacia atrás, mis gemidos inundaban la habitación, con los ojos cerrados sentía tu mirada quemándome la piel…

El orgasmo llegó... cálido y palpitante, me inundó, me abandoné… por instantes eternos... llegaba la calma… pero entonces, comenzaste a moverte debajo de mí, y en un segundo me levantaste casi medio metro haciendo un arco con tu cuerpo y yo ensartada aún en tu verga…

Y sucedió, una oleada mucho más fuerte, mucho más intensa se apoderó de mi cuerpo y mientras me bajabas, mi grito se escuchaba, mi placer al máximo, la multiplicación de las sensaciones, más intenso, cada vez más, quedé sostenida de tu miembro y del orgasmo, en un plano irreal, donde el tiempo no pasaba, mientras, debajo de mí te movías y me movía yo también, mis uñas completamente enterradas en tu carne, tus manos sujetándome las piernas con fuerza, me poseías tú, me envolvía el placer, creo que te susurre que te amaba, no sé si lo grite… no sé qué fue de mí, sólo que en tus brazos era, soy una mujer satisfecha…

viernes, 6 de abril de 2007

I wanna Rock & Roll all night

Poco hemos hablado, en este espacio que compartimos, de algo que no solo es parte importantísima de nuestras vidas, sino para esta relación que llevamos. No solo no podemos imaginarnos nuestra existencia individual sin él, sino que el hecho de que estemos juntos fue detonado por ese algo.

El Rock

Si en nuestra vida diaria estamos rodeados de rock - nunca dejará de sorprenderme lo ambigua que puede llegar a ser esta palabra – era lógico que en nuestra vida de pareja las notas y los acordes nos inundaran.

Un pequeño recuento para la posteridad

Cabezas de Cera y la Banda Elástica: Nuestro primer encuentro. Nuestro primer concierto; ni siquiera amigos, casi desconocidos con algunos gustos en común. Es extraño como este concierto fue significativo para mi solo después de mucho tiempo después; creo que esos días CDC ocuparon mas tiempo en tu cerebro que yo. No sabíamos lo que nos esperaba.

Real de Catorce: Todo comienza, el blues chamánico de José abrió la puerta de nuestros espíritus, lo que empezó como broma tomó en menos de dos horas una seriedad pasmosa, cósmica y de algún modo, aterrorizante. Las ánimas del blues nos empujaron a los brazos del otro.

La Barranca: Recordaré esa noche mientras viva; la letra de esa canción que simplemente nos tumbó y nos llevó al otro lado, como dijera Morrison, con Real caímos, con La Barranca (¿o en?) nos dimos cuenta cuan profundamente.

Godspeed You Black Emperor: Cronológicamente, este grupazo de rock progresivo debería ir entre Real y LB, pero tiene un lugar especial en mi catálogo. Cada vez que pongo la canción “Storm” recuerdo tus senos escapando de la prisión de tu blusa por primera vez frente a mis ojos, estabas tan engatusada con el crescendo que ni cuenta te diste , recuerdo descubrir la humedad entre tus piernas por primera vez, recuerdo la noche que comencé a explorar tu cuerpo en busca de zonas erógenas como quien escarba la isla desierta buscando su oro. A mi mente vienen tus gemidos que rompieron el silencio de mi habitación.

Definitivamente, lo nuestro es el Rock y el catre.

P.D: Me puse a pensar, que en el nombre del pecado, la penitencia estaba dada ¿Sabes que es "Rock and Roll" literalmente? "mecerse y rodar" un eufemismo jazzero para "hacer el amor"

martes, 3 de abril de 2007

sobre significados exactos

no sé por qué
pero todo el día he tenido una palabra retumbando en mi cabeza

FORNICAR


sabemos qué significa, pero no siempre reconocemos la belleza de su sonido, lo sensual que puede ser un significado...

es diferente de cojer, de hacer el amor, es la idea precisa de lo prohibido...

¿qué dices amor, fornicamos?

domingo, 4 de marzo de 2007

Bajo el mismo signo

Extrañarnos

Bebernos los días como si sólo fueran instantes

Olvidar la ciudad y que por fin tu sexo y mi sexo sean puntos equidistantes

que se encuentran y danzan interminablemente.

Mi cuerpo es un mapa que puedes desdoblar y explorar, reconoces mis pliegues, el diámetro de mis pezones, la longitud de mi lengua, la profundidad de mi boca, conoces mi sabor y mi olor, milímetro a milímetro, soy un cuerpo abierto para tus deseos, sabes la ruta para humedecerme, la intensidad de las caricias y el lugar exacto donde morderme para hacerme gemir.

Pero jamás podrás, como Tiresias, comprender qué es desear que un miembro duro te penetre, te ensarte, te arremeta. Eso para ti es un misterio.

Por eso tal vez no sabes, lo difícil que es poder decidir qué quiero más, que me enloquezcas con tus hábiles caricias, saborear tu verga, o sentir centímetro a centímetro cuando me posees.

Pero también para mí es un misterio comprender qué se siente desear que mi carne irrumpa en la carne de otro, que vibre al compás de mi movimiento…

Y te preguntarás porqué me detengo a cavilar en todo esto, porqué lo resalto…

Sencillamente porque al entrar los dos al mismo tiempo en esa antesala de expectación, ese saber que la gran oleada está por venir, y ese movernos enlazados, cabalgando hacia el placer, sin importar nada, sabiendo que no hace falta decirlo, no hace falta idear una coreografía específica, que nuestros cuerpos ya saben como, hacia donde, y en qué ritmo, hemos de llegar a ese punto sin retorno en que tu placer y el mío sean uno mismo, y entonces todas las diferencias se disuelven y solo resta quedarse sostenido en el reflejo de uno en los ojos del otro.

martes, 27 de febrero de 2007

Inconmensurable

Me gusta lo inconmensurable

Me encanta la idea de que existen cosas tan monstruosamente grandes que pasan desapercibidas por nuestros sentidos, como si fueran diminutas.

El Cosmos, Dios, el Amor, todos temas que, como sabes, me fascinan y apasionan (¿hay algo que ilustre mejor esa idea que la Historia?)

Digo todo esto porque el fin de semana caí en la cuenta, que extrañaba tu coño de una manera inconmensurable; lo extrañaba tanto, de tal manera que ni siquiera había notado que lo extrañaba.

Regresar a tu coño palpitante, húmedo y expectante de mí fue como cuando Simbad se dio cuenta que lo que creía ser una isleta desierta, era un fragmento diminuto de una ballena gigante.

No te comí el coño ese día ¿recuerdas? Te lo devoré, me hundí, literalmente, hasta las narices en el, me empapé en tu olor, me bañé en tus jugos mientras tu gemías y gritabas. Por un momento solo tu vagina existió

Quizá fue por esa realización que los gemidos de la habitación de junto hicieron tanto efecto en mi; es verdad, me excitaron puesto que siempre me excitarán esos sonidos proferidos por las de tu género, pero al mismo tiempo el pensar que otra mujer era tan conciente de su pucha (¡como me gusta esa palabra!) como yo lo fui de la tuya hizo hervir mi sangre.

¿Recuerdas cuando te dije que ese día afloró mi espíritu de competencia? No me refería a que mis instintos primigenios me hubieran gritado directamente al tímpano que yo estaba obligado a ser el macho Alfa de la manada y por lo tanto debía ser el causante de los gritos orgásmicos mas estridentes de todo el Hotel.

No me interesaba competir con el silencioso Anónimo en causar orgasmos a mi pareja; era antes que nada una competencia con esa Anónima, nadie en ese hotel, en esa calle, en ese mundo debía tener mas conciencia de su propio coño que tú.

Por eso te follé con mis dedos, Quería concentrarme plenamente en lo que hacía, quería sentir cada milimetro cuadrado de tu punto G, de tu clítoris, de tu ano; quería ver tu cara enrojecer y descomponerse de placer; por eso la violencia de ese round, para borrar el cosmos a nuestro alrededor para hacerte solo conciente del placer, que mis dedos dentro de ti cobraran una importancia ontológica.

Por supuesto, me encantó oírte gritar, me encantó oírte pedir mas, me encantó hacer que los dedos de tus pies se arquearan, me encantó que no pudieras hablar bien después de venirte, pero me gustó sobre todo lograr que fueras tan conciente de tu vulva como yo lo fui esa tarde.


Lo de ser el macho alfa del Hotel...eso fue un plus.


A quien crea que le corresponda:

Este blog es un baile de mascaras entre Ella y Yo; aquí hemos plasmado parte de nuestros encuentros, a veces sexuales, a veces espirituales, a veces aquellos que son ambos al mismo tiempo. Es una fiesta de dos locos, un aquelarre privado, una manera de decirnos frente a frente lo que nos hemos dicho ya telepáticamente.

En el camino algunos de ustedes se han topado con este cuarto, han espiado por nuestra cerradura para vernos hacer el amor o hacer el odio, imbuidos ustedes y nosotros en esta contradicción post moderna de exhibicionismo velado, donde se muestra todo menos la verdadera identidad, podrá aparecer por acá mi verga o el coño de ella, sus tetas o mi semen, su alma o la mía, pero jamás nuestras caras o nuestros nombres.

Lo anterior es para informarles lo que es obvio; enfrentamos un pequeño bache, lo hemos superado. Esto sigue, gracias por asomarse.

Liogat Nosferatu


lunes, 26 de febrero de 2007

Terciopelo Violento

No hay pasión más profunda que la del converso. Su después es el verdadero principio. Su antes, una ceguera, una caverna de la que ha salido para dirigirse con paso firme hacia el nuevo sol. Pero el suyo es un sol negro. Un astro que esparce la oscuridad, estrella negra que revela lo que la luz del día esconde. Estrella subterránea que propicia la muerte, excita los instintos oscuros del cuerpo hasta que su veneno tumultuoso es ahogo de la sangre en su propia sangre negra.

Después de haber bebido la poción maligna no hay brebaje que satisfaga esa sed recién descubierta. Porque el cuerpo es esclavo de sus apetitos, este conocimiento nuevo toma posesión total de cuerpo y alma. El cuerpo se despierta como de un sueño profundo a una verdad dolorosa, la de su hambre infinita y su sed sin límites.

Solamente aquel que ha entendido esa lección, aquel que ha aprendido a apreciar el sabor complejo de esa sangre negra puede entender al vampiro y su terrible nostagia, su melancolía atroz, su deseo incontrolable de romper el tallo fresco de una arteria para beber el líquido escarlata de la vida. La sed del vampiro no es el producto caprichoso de un deseo, es una orden del cuerpo que si no es escuchada produce el cese de todos los impulsos: la muerte del espíritu, esa otra muerte. El vampiro es el converso mayor. Es quien descubrió ese otro sabor, esa otra esencia, ese otro perfume de la carne. Es quien ya no puede vivir sin el alimento que hace posible que su sueño no sea interrumpido por sus sueños. De todas las criaturas de la tierra, el vampiro es el único que ha vencido a la muerte poque se ha convertido en la expresión más extrema de la contradicción entre deseo y nostalgia.

Acosta, Juvenal. Terciopelo Violento. Joaquín Mortiz.

jueves, 8 de febrero de 2007

Amor constante más allá de la muerte


Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Hoy, al separarnos en la calle vi esta foto en el periódico.

Mi conciencia de Historiador, como un molesto mosquito, me recuerda que hace seis mil años no existía el concepto del “amor”, mucho menos cabría en la mente de estos antiguos humanos el concepto que hoy denominamos “pareja”.

Sin embargo, estos cúmulos de “polvo enamorado” transmiten una intimidad hermosísima, parecen estar disfrutándose mutuamente, como si acabaran de hacer el amor como solo los enamorados lo sabemos hacer.

¿Qué no daría yo por saber que se siente estar, bajo capas y capas de tierra, sin tener que preocuparme por el mundo exterior y solo estar contigo?

miércoles, 24 de enero de 2007

Tu orgasmo es mi nirvana

¿Con que se puede comparar a Dios? En primer lugar con el coño de las mujeres, es evidente; pero también, quizás, con los vapores de un hammán, en cualquier caso, con algo donde el espíritu pueda llegar a ser posible porque el cuerpo esta saturado de contento y de placer, y toda inquietud ha sido abolida.

Ahora estoy seguro de que el espíritu no ha nacido, que quiere nacer, y que su cimiento será difícil, porque la idea de que nos hemos hecho de el hasta ahora es insuficiente y nociva.

Cuando llevaba a Valerie al orgasmo, cuando sentía su cuerpo vibrar bajo el mió, a veces tenia la impresión, fugaz pero irresistible, de entrar en un nivel de conciencia completamente diferente, exento de todo mal. En esos momentos suspendidos, casi inmóviles en que su cuerpo se elevaba hacia el placer, yo me sentía como un Dios del que dependieran la serenidad y las tormentas.

Esa fue la primera alegría; indiscutible, perfecta.

HOUELLEBECQ, Michel. Plataforma. Barcelona: Editorial Anagrama, 2002. Pág. 147.

lunes, 22 de enero de 2007

Redescubriendo

Ya en el subte, nos despedimos de los amigos y cada cual tomó su rumbo. Hablamos de diferentes cosas, subíamos las escaleras, recuerdo que en ese momento abordabamos el tema del especial afecto de tu madre para conmigo, una voz me asustó, uno de ellos nos había alcanzado, iba a una fiesta cerca de ahí.

Seguimos bromeando y nos despedimos de nuestro amigo. Tomamos el bus y nos bajamos en la esquina. Y entonces resultó que ya no teníamos condones. Siendo la hora que era, tuvimos que caminar varias cuadras para comprarlos. Llegamos y como siempre, el televisor. Nos echamos en el sillón.

Hombres, se la pasan haciendo zaping.

Preparamos la cena y regresamos frente al televisor. Cada vez más cerca, besos profundos y caricias por debajo de la ropa. Luego de un rato, me dio sueño, nos alistamos para dormir.
Salió a relucir el regalo que te dí en la tarde, un boxer muy sexy que te encantó, sin bacilar te lo pusiste. Salía un poco del estilo que acostumbras, pues es muy ceñido, sin embargo te sienta bien.
El boxer tiene una particularidad muy propia para empezar el juego, la parte de enfrente está sostenida con broches de presión y entre jugando y comprobando la calidad de la prenda, quité la parte de enfrente y dejé al descubierto tu pene.
Y fue entonces que mi boca habló por mí. Y me gusta, me gusta mucho jugar con tu pene en mi boca. Se que a ti te excita, que puedo hacer que delires de placer, pero a mí también me excita, mi boca es una zona erógena. Y siempre que tú terminas en mi boca, y bebo tu leche, yo termino humedecida. Y ahora que mi vello ha desaparecido, la humedad corre por mis muslos y nalgas y moja la cama, la alfombra.

Soy tan fácilmente excitable... en tus manos.

Luego metiste tus dedos en mi entrepierna, sintiéndome; tu otra mano en mis senos y tu boca en mi boca que sabía a ti.

Y me hiciste retorcerme de placer.
Al sacar tus dedos empezaste a jugar con mi fluído y te diste cuenta de que era un poco más espeso.
- ¿No es más espeso el fluído cuando estás ovulando?

Oh, no, ahí viene la paranoía, cuando sabes que estamos en días de riesgo te pones inflexible. Esa noche no te sentiría dentro de mí, ni siquiera con el condón. Pensando en que a ti te costaba dominarte, me vi en la necesidad de dominarme y argumentando que en todo caso había que usar la imaginación, nos recostamos mientras, pegado a mi espalda seguías recorriendome.

Y en ese momento inció una noche como sólo una vez habíamos vivido, la primera vez. Los segundos pasaban entre nuestros dedos enlazados sobre mis senos, acariciando, presionando, jalando, redondeando. Los minutos pasaban entre tus dientes cuando te pedía que me mordieras la espalda y recordabas cómo son mis estremecimientos. Las horas pasaban entre tu boca y mi boca, entre mi boca y tu piel, tu boca y mis senos, mi boca y tu sexo, mi sexo y tu boca y nos dieron las dos y las tres, las cuatro y las cinco. Y yo no me quería dormir para seguir contemplándote con la luz pálida de la lámpara. Y tú no podías seguir con los ojos abiertos.

Nos descubrimos, nos gozamos como aquella vez, sin necesidad de penetración, de cópula... Despertamos casi al medio día, con la luz potente del sol, un luz ideal para seguir explorándonos.

domingo, 14 de enero de 2007

Te imagino

Dentro de algunos años, llegando al salón donde darás clase, siendo un inicio de semestre más. Despues de dar el progama, las cuestiones de organización y etc, diciendo a tus alumnas:
Más vale que se esfuercen en pasar el curso, no crean que con favorcitos de otra índole podrán pasar, dudo que superen en las artes amatorias a mi mujer. Aunque no las culpo por querer intentar.

Sin título

Anoche hicimos el amor por primera vez...De nuevo

lunes, 8 de enero de 2007

Too Much...Again

Contigo - Joaquin Sabina

Yo no quiero un amor civilizado,con recibos y escena del sofá
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercadocon ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros
yo no quiero sembrar ni compartir
yo no quiero catorce de febreroni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas

yo no quiero que elijas mi champú
yo no quiero mudarme de planeta, cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde
yo no quiero columpio en el jardin

lo que yo quiero, corazón cobarde
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
dporque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana

no me pidas llegar a fin de mes
yo no quiero comerme una manzana

dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero
yo no quiero besar tu cicatriz

yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado

no me digas "volvamos a empezar"
yo no quiero ni libre ni ocupado,ni carne ni pecado,ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste
yo no quiero contigo ni sin ti
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Tenía muy olvidada esta rola a pesar de que es de mis ultrafavoritas del buen Joaquin. Oirla en la Gran Via me hizo recordarte, pero ahora poniendole atención me fijé en un detalle que la hace escalofriante. Too Much

domingo, 7 de enero de 2007

Una noche en Milán

La almohada en la que me apoyo está tan vieja y gastada que siento en mi espalda la cabecera tan claramente como sin no hubiera puesto nada, prendo la lámpara de noche para intentar escribir las aventuras del día de hoy.

Después de cinco minutos de garrapatear el papel me doy por vencido y me recuesto, repitiendo para mis adentros los pretextos que le doy a mi conciencia literaria para que guarde silencio: estoy demasiado cansado para tantos detalles de la catedral, luego veré las fotos, me caga escribir a mano, y sobretodo ¿a quien le interesaría leerlo?

Desde la ventana una luna llena brilla con fuerza, yo la miro con hastío; estoy ya aburrido de la noche, en este continente, en esta época del año y con lo poco disciplinado que soy para levantarme, parece que han pasado años desde la ultima vez que vi el sol. Odio pensar que la luz me afecta como si fuera una vaca que pasta dulcemente en el campo y duerme en cuanto cae el sol, pero no le encuentro otra explicación a mi cansancio crónico y al mal humor que tuve todo el día.

Me revuelvo tratando de acomodarme, algo falta o algo sobra, simplemente no encuentro como ponerme a tono con la noche, ninguna posición que trato es la correcta. Mi propio cuerpo me parece incómodo. Las sabanas de los Hoteles siempre me han parecido asfixiantes, las de este no son la excepción, sacudo las piernas para no sentirme aprisionado y me pregunto si tanto cansancio me permitirá dormir.

Doy vueltas y mas vueltas, cuando de repente, sin aviso, de las sombras, como un gato al asecho, surge tu mano. No me sorprende encontrarla, me visita bastante seguido en tu ausencia. Con la erótica parsimonia que te caracteriza tu mano se dirige hacia mi cabellera y me rasca para relajarme, todo gato adora el piojito y este no es la excepción.

Cuando ya estoy mas suelto, mas en paz conmigo mismo y con el mundo, tu mano baja por mi cuello, se arrastra lentamente por mis hombros, hace una pequeña pausa en mi ombligo para sacarme la pelusa, y por ultimo, triunfante, masajea mi pene.

La erección es inmediata, tu mano siempre ha sabido el donde, el cuando y el como. Tu mano acaricia, tu mano se desliza, tu mano aprieta, tu mano hace que me vuelva loco.

Tu mano.

Siempre tu mano.

Me vengo en tu mano.

No tengo orgasmos, que quede claro, cuando es tu mano la que toca yo ME VENGO.

Después de venirme, estoy mas tranquilo, dispuesto a dormir, las sabanas, la luna los husos horarios, no importan nada.

Me faltaba tu mano, para poder dormir.

sorpresas

A estas alturas con qué te sorprendería?
Lencería sexy, un baile... no, veintiún días sin ti ameritaban algo más incisivo, más impactante... y no tuve que pensarlo mucho.

El problema era que en realidad hacía años que no lo hacía y que a la postre los "efectos secundarios" llegaban a ser... incómodos.

Pero no lo pensé, combinando gel y rasuradora, muy pronto me ví como no me veía desde que era una niña, mi pubis infantil diría yo.... no, pornstar, dirías tú, no me gusta la idea de ser pedófilo...

Abriste tanto los ojos, y me mirabas, de una forma que nunca me habías visto, ahora sí me sentía totalmente desnuda.

Y llegó el momento de los regalos, un fetiche religioso, un libro erótico, pero no; un "thum thing" y el detalle que tú calificas de cursi y yo de absolutamente cursi pero encantador.

Me regalaste tu corazón.


p.d. y nuevemente los "side effects": mi pubis está tan lisito y acariciable que no puedo dejar de tocarme.

viernes, 5 de enero de 2007

tan cerca

Tengo ganas de aprisionarte entre mis piernas y no soltarte hasta que me bañe el sudor que expires mientras me satisfaces el deseo acumulado de tantas noches sin ti, y entonces, sólo entonces, permitiré que me hables de las maravillas que viste, y entonces, sólo entonces, te diré cara a cara, aunque ya lo sabes, cuánto te he extrañado.

martes, 2 de enero de 2007

too much

"Antes de que la vida nos pase de largo tenemos que ir juntos a Venecia. Ya estoy de regreso en Milán. Hace un frío de la chingada"


Este mensaje llegó hace una semana mientras comía con mis amigas de la facultad, y mientras lo leía se me llenaron los ojos de lágrimas. Cuando ellas preguntaron por qué, me quedé sin palabras y simplemente les mostre tu mensaje...

Luego me enviaste que estabas muy triste porque tal vez no irías a París, y hoy me confirmas que pasaste muy poco tiempo ahí y que no viste a Julio.

Lo siento amor, me había prometido no decirlo pero no puedo, te extraño, te extraño a mares, te extraño a océanos, la ciudad está tan vacía sin tí, el cielo de un azul tan bello que me hace extrañarte tanto...

Y pienso en quién serás cuando vuelvas. Todo este tiempo me la he pasando pensando "Mi hombre se está comiendo al viejo mundo" pero tengo miedo de que el viejo mundo te coma a ti también, que se coma a quien eras. Sí, lo sé, miedo al cambio, me dirás, pero tú lo sabes tan bien como yo. El cambio siempre es radical.


¿Nos reconoceremos?


Y temo a que llegue la noche, porque te extraño tanto cada noche, en una cama que sólo huele a mí, a mí extrañandote, porque mis dedos no son tú, y aunque murmure sin voz tu nombre nunca será lo mismo.

Cuento los días y las horas para que regreses, para tenerte nuevamente en mis brazos, en mi piel, en mi interior... sólo me consuela saber que...

Será un gran año porque estás conmigo. Te amo.