domingo, 7 de enero de 2007

sorpresas

A estas alturas con qué te sorprendería?
Lencería sexy, un baile... no, veintiún días sin ti ameritaban algo más incisivo, más impactante... y no tuve que pensarlo mucho.

El problema era que en realidad hacía años que no lo hacía y que a la postre los "efectos secundarios" llegaban a ser... incómodos.

Pero no lo pensé, combinando gel y rasuradora, muy pronto me ví como no me veía desde que era una niña, mi pubis infantil diría yo.... no, pornstar, dirías tú, no me gusta la idea de ser pedófilo...

Abriste tanto los ojos, y me mirabas, de una forma que nunca me habías visto, ahora sí me sentía totalmente desnuda.

Y llegó el momento de los regalos, un fetiche religioso, un libro erótico, pero no; un "thum thing" y el detalle que tú calificas de cursi y yo de absolutamente cursi pero encantador.

Me regalaste tu corazón.


p.d. y nuevemente los "side effects": mi pubis está tan lisito y acariciable que no puedo dejar de tocarme.

1 comentario:

Liogat Nosferatu dijo...

Damas y Caballeros...El paraíso