miércoles, 24 de enero de 2007

Tu orgasmo es mi nirvana

¿Con que se puede comparar a Dios? En primer lugar con el coño de las mujeres, es evidente; pero también, quizás, con los vapores de un hammán, en cualquier caso, con algo donde el espíritu pueda llegar a ser posible porque el cuerpo esta saturado de contento y de placer, y toda inquietud ha sido abolida.

Ahora estoy seguro de que el espíritu no ha nacido, que quiere nacer, y que su cimiento será difícil, porque la idea de que nos hemos hecho de el hasta ahora es insuficiente y nociva.

Cuando llevaba a Valerie al orgasmo, cuando sentía su cuerpo vibrar bajo el mió, a veces tenia la impresión, fugaz pero irresistible, de entrar en un nivel de conciencia completamente diferente, exento de todo mal. En esos momentos suspendidos, casi inmóviles en que su cuerpo se elevaba hacia el placer, yo me sentía como un Dios del que dependieran la serenidad y las tormentas.

Esa fue la primera alegría; indiscutible, perfecta.

HOUELLEBECQ, Michel. Plataforma. Barcelona: Editorial Anagrama, 2002. Pág. 147.

lunes, 22 de enero de 2007

Redescubriendo

Ya en el subte, nos despedimos de los amigos y cada cual tomó su rumbo. Hablamos de diferentes cosas, subíamos las escaleras, recuerdo que en ese momento abordabamos el tema del especial afecto de tu madre para conmigo, una voz me asustó, uno de ellos nos había alcanzado, iba a una fiesta cerca de ahí.

Seguimos bromeando y nos despedimos de nuestro amigo. Tomamos el bus y nos bajamos en la esquina. Y entonces resultó que ya no teníamos condones. Siendo la hora que era, tuvimos que caminar varias cuadras para comprarlos. Llegamos y como siempre, el televisor. Nos echamos en el sillón.

Hombres, se la pasan haciendo zaping.

Preparamos la cena y regresamos frente al televisor. Cada vez más cerca, besos profundos y caricias por debajo de la ropa. Luego de un rato, me dio sueño, nos alistamos para dormir.
Salió a relucir el regalo que te dí en la tarde, un boxer muy sexy que te encantó, sin bacilar te lo pusiste. Salía un poco del estilo que acostumbras, pues es muy ceñido, sin embargo te sienta bien.
El boxer tiene una particularidad muy propia para empezar el juego, la parte de enfrente está sostenida con broches de presión y entre jugando y comprobando la calidad de la prenda, quité la parte de enfrente y dejé al descubierto tu pene.
Y fue entonces que mi boca habló por mí. Y me gusta, me gusta mucho jugar con tu pene en mi boca. Se que a ti te excita, que puedo hacer que delires de placer, pero a mí también me excita, mi boca es una zona erógena. Y siempre que tú terminas en mi boca, y bebo tu leche, yo termino humedecida. Y ahora que mi vello ha desaparecido, la humedad corre por mis muslos y nalgas y moja la cama, la alfombra.

Soy tan fácilmente excitable... en tus manos.

Luego metiste tus dedos en mi entrepierna, sintiéndome; tu otra mano en mis senos y tu boca en mi boca que sabía a ti.

Y me hiciste retorcerme de placer.
Al sacar tus dedos empezaste a jugar con mi fluído y te diste cuenta de que era un poco más espeso.
- ¿No es más espeso el fluído cuando estás ovulando?

Oh, no, ahí viene la paranoía, cuando sabes que estamos en días de riesgo te pones inflexible. Esa noche no te sentiría dentro de mí, ni siquiera con el condón. Pensando en que a ti te costaba dominarte, me vi en la necesidad de dominarme y argumentando que en todo caso había que usar la imaginación, nos recostamos mientras, pegado a mi espalda seguías recorriendome.

Y en ese momento inció una noche como sólo una vez habíamos vivido, la primera vez. Los segundos pasaban entre nuestros dedos enlazados sobre mis senos, acariciando, presionando, jalando, redondeando. Los minutos pasaban entre tus dientes cuando te pedía que me mordieras la espalda y recordabas cómo son mis estremecimientos. Las horas pasaban entre tu boca y mi boca, entre mi boca y tu piel, tu boca y mis senos, mi boca y tu sexo, mi sexo y tu boca y nos dieron las dos y las tres, las cuatro y las cinco. Y yo no me quería dormir para seguir contemplándote con la luz pálida de la lámpara. Y tú no podías seguir con los ojos abiertos.

Nos descubrimos, nos gozamos como aquella vez, sin necesidad de penetración, de cópula... Despertamos casi al medio día, con la luz potente del sol, un luz ideal para seguir explorándonos.

domingo, 14 de enero de 2007

Te imagino

Dentro de algunos años, llegando al salón donde darás clase, siendo un inicio de semestre más. Despues de dar el progama, las cuestiones de organización y etc, diciendo a tus alumnas:
Más vale que se esfuercen en pasar el curso, no crean que con favorcitos de otra índole podrán pasar, dudo que superen en las artes amatorias a mi mujer. Aunque no las culpo por querer intentar.

Sin título

Anoche hicimos el amor por primera vez...De nuevo

lunes, 8 de enero de 2007

Too Much...Again

Contigo - Joaquin Sabina

Yo no quiero un amor civilizado,con recibos y escena del sofá
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercadocon ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros
yo no quiero sembrar ni compartir
yo no quiero catorce de febreroni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas

yo no quiero que elijas mi champú
yo no quiero mudarme de planeta, cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde
yo no quiero columpio en el jardin

lo que yo quiero, corazón cobarde
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
dporque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana

no me pidas llegar a fin de mes
yo no quiero comerme una manzana

dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero
yo no quiero besar tu cicatriz

yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado

no me digas "volvamos a empezar"
yo no quiero ni libre ni ocupado,ni carne ni pecado,ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste
yo no quiero contigo ni sin ti
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Tenía muy olvidada esta rola a pesar de que es de mis ultrafavoritas del buen Joaquin. Oirla en la Gran Via me hizo recordarte, pero ahora poniendole atención me fijé en un detalle que la hace escalofriante. Too Much

domingo, 7 de enero de 2007

Una noche en Milán

La almohada en la que me apoyo está tan vieja y gastada que siento en mi espalda la cabecera tan claramente como sin no hubiera puesto nada, prendo la lámpara de noche para intentar escribir las aventuras del día de hoy.

Después de cinco minutos de garrapatear el papel me doy por vencido y me recuesto, repitiendo para mis adentros los pretextos que le doy a mi conciencia literaria para que guarde silencio: estoy demasiado cansado para tantos detalles de la catedral, luego veré las fotos, me caga escribir a mano, y sobretodo ¿a quien le interesaría leerlo?

Desde la ventana una luna llena brilla con fuerza, yo la miro con hastío; estoy ya aburrido de la noche, en este continente, en esta época del año y con lo poco disciplinado que soy para levantarme, parece que han pasado años desde la ultima vez que vi el sol. Odio pensar que la luz me afecta como si fuera una vaca que pasta dulcemente en el campo y duerme en cuanto cae el sol, pero no le encuentro otra explicación a mi cansancio crónico y al mal humor que tuve todo el día.

Me revuelvo tratando de acomodarme, algo falta o algo sobra, simplemente no encuentro como ponerme a tono con la noche, ninguna posición que trato es la correcta. Mi propio cuerpo me parece incómodo. Las sabanas de los Hoteles siempre me han parecido asfixiantes, las de este no son la excepción, sacudo las piernas para no sentirme aprisionado y me pregunto si tanto cansancio me permitirá dormir.

Doy vueltas y mas vueltas, cuando de repente, sin aviso, de las sombras, como un gato al asecho, surge tu mano. No me sorprende encontrarla, me visita bastante seguido en tu ausencia. Con la erótica parsimonia que te caracteriza tu mano se dirige hacia mi cabellera y me rasca para relajarme, todo gato adora el piojito y este no es la excepción.

Cuando ya estoy mas suelto, mas en paz conmigo mismo y con el mundo, tu mano baja por mi cuello, se arrastra lentamente por mis hombros, hace una pequeña pausa en mi ombligo para sacarme la pelusa, y por ultimo, triunfante, masajea mi pene.

La erección es inmediata, tu mano siempre ha sabido el donde, el cuando y el como. Tu mano acaricia, tu mano se desliza, tu mano aprieta, tu mano hace que me vuelva loco.

Tu mano.

Siempre tu mano.

Me vengo en tu mano.

No tengo orgasmos, que quede claro, cuando es tu mano la que toca yo ME VENGO.

Después de venirme, estoy mas tranquilo, dispuesto a dormir, las sabanas, la luna los husos horarios, no importan nada.

Me faltaba tu mano, para poder dormir.

sorpresas

A estas alturas con qué te sorprendería?
Lencería sexy, un baile... no, veintiún días sin ti ameritaban algo más incisivo, más impactante... y no tuve que pensarlo mucho.

El problema era que en realidad hacía años que no lo hacía y que a la postre los "efectos secundarios" llegaban a ser... incómodos.

Pero no lo pensé, combinando gel y rasuradora, muy pronto me ví como no me veía desde que era una niña, mi pubis infantil diría yo.... no, pornstar, dirías tú, no me gusta la idea de ser pedófilo...

Abriste tanto los ojos, y me mirabas, de una forma que nunca me habías visto, ahora sí me sentía totalmente desnuda.

Y llegó el momento de los regalos, un fetiche religioso, un libro erótico, pero no; un "thum thing" y el detalle que tú calificas de cursi y yo de absolutamente cursi pero encantador.

Me regalaste tu corazón.


p.d. y nuevemente los "side effects": mi pubis está tan lisito y acariciable que no puedo dejar de tocarme.

viernes, 5 de enero de 2007

tan cerca

Tengo ganas de aprisionarte entre mis piernas y no soltarte hasta que me bañe el sudor que expires mientras me satisfaces el deseo acumulado de tantas noches sin ti, y entonces, sólo entonces, permitiré que me hables de las maravillas que viste, y entonces, sólo entonces, te diré cara a cara, aunque ya lo sabes, cuánto te he extrañado.

martes, 2 de enero de 2007

too much

"Antes de que la vida nos pase de largo tenemos que ir juntos a Venecia. Ya estoy de regreso en Milán. Hace un frío de la chingada"


Este mensaje llegó hace una semana mientras comía con mis amigas de la facultad, y mientras lo leía se me llenaron los ojos de lágrimas. Cuando ellas preguntaron por qué, me quedé sin palabras y simplemente les mostre tu mensaje...

Luego me enviaste que estabas muy triste porque tal vez no irías a París, y hoy me confirmas que pasaste muy poco tiempo ahí y que no viste a Julio.

Lo siento amor, me había prometido no decirlo pero no puedo, te extraño, te extraño a mares, te extraño a océanos, la ciudad está tan vacía sin tí, el cielo de un azul tan bello que me hace extrañarte tanto...

Y pienso en quién serás cuando vuelvas. Todo este tiempo me la he pasando pensando "Mi hombre se está comiendo al viejo mundo" pero tengo miedo de que el viejo mundo te coma a ti también, que se coma a quien eras. Sí, lo sé, miedo al cambio, me dirás, pero tú lo sabes tan bien como yo. El cambio siempre es radical.


¿Nos reconoceremos?


Y temo a que llegue la noche, porque te extraño tanto cada noche, en una cama que sólo huele a mí, a mí extrañandote, porque mis dedos no son tú, y aunque murmure sin voz tu nombre nunca será lo mismo.

Cuento los días y las horas para que regreses, para tenerte nuevamente en mis brazos, en mi piel, en mi interior... sólo me consuela saber que...

Será un gran año porque estás conmigo. Te amo.