martes, 27 de febrero de 2007

Inconmensurable

Me gusta lo inconmensurable

Me encanta la idea de que existen cosas tan monstruosamente grandes que pasan desapercibidas por nuestros sentidos, como si fueran diminutas.

El Cosmos, Dios, el Amor, todos temas que, como sabes, me fascinan y apasionan (¿hay algo que ilustre mejor esa idea que la Historia?)

Digo todo esto porque el fin de semana caí en la cuenta, que extrañaba tu coño de una manera inconmensurable; lo extrañaba tanto, de tal manera que ni siquiera había notado que lo extrañaba.

Regresar a tu coño palpitante, húmedo y expectante de mí fue como cuando Simbad se dio cuenta que lo que creía ser una isleta desierta, era un fragmento diminuto de una ballena gigante.

No te comí el coño ese día ¿recuerdas? Te lo devoré, me hundí, literalmente, hasta las narices en el, me empapé en tu olor, me bañé en tus jugos mientras tu gemías y gritabas. Por un momento solo tu vagina existió

Quizá fue por esa realización que los gemidos de la habitación de junto hicieron tanto efecto en mi; es verdad, me excitaron puesto que siempre me excitarán esos sonidos proferidos por las de tu género, pero al mismo tiempo el pensar que otra mujer era tan conciente de su pucha (¡como me gusta esa palabra!) como yo lo fui de la tuya hizo hervir mi sangre.

¿Recuerdas cuando te dije que ese día afloró mi espíritu de competencia? No me refería a que mis instintos primigenios me hubieran gritado directamente al tímpano que yo estaba obligado a ser el macho Alfa de la manada y por lo tanto debía ser el causante de los gritos orgásmicos mas estridentes de todo el Hotel.

No me interesaba competir con el silencioso Anónimo en causar orgasmos a mi pareja; era antes que nada una competencia con esa Anónima, nadie en ese hotel, en esa calle, en ese mundo debía tener mas conciencia de su propio coño que tú.

Por eso te follé con mis dedos, Quería concentrarme plenamente en lo que hacía, quería sentir cada milimetro cuadrado de tu punto G, de tu clítoris, de tu ano; quería ver tu cara enrojecer y descomponerse de placer; por eso la violencia de ese round, para borrar el cosmos a nuestro alrededor para hacerte solo conciente del placer, que mis dedos dentro de ti cobraran una importancia ontológica.

Por supuesto, me encantó oírte gritar, me encantó oírte pedir mas, me encantó hacer que los dedos de tus pies se arquearan, me encantó que no pudieras hablar bien después de venirte, pero me gustó sobre todo lograr que fueras tan conciente de tu vulva como yo lo fui esa tarde.


Lo de ser el macho alfa del Hotel...eso fue un plus.


A quien crea que le corresponda:

Este blog es un baile de mascaras entre Ella y Yo; aquí hemos plasmado parte de nuestros encuentros, a veces sexuales, a veces espirituales, a veces aquellos que son ambos al mismo tiempo. Es una fiesta de dos locos, un aquelarre privado, una manera de decirnos frente a frente lo que nos hemos dicho ya telepáticamente.

En el camino algunos de ustedes se han topado con este cuarto, han espiado por nuestra cerradura para vernos hacer el amor o hacer el odio, imbuidos ustedes y nosotros en esta contradicción post moderna de exhibicionismo velado, donde se muestra todo menos la verdadera identidad, podrá aparecer por acá mi verga o el coño de ella, sus tetas o mi semen, su alma o la mía, pero jamás nuestras caras o nuestros nombres.

Lo anterior es para informarles lo que es obvio; enfrentamos un pequeño bache, lo hemos superado. Esto sigue, gracias por asomarse.

Liogat Nosferatu


1 comentario:

Etèria dijo...

Bien venidos de nuevo.

Un beso.